
¿Por que Rusia quiere Invadir a Ucrania?
Después de Rusia, Ucrania es el segundo país más grande de Europa por superficie, y ambos comparten una frontera terrestre. Históricamente, Ucrania constituía una parte importante del territorio habitado por el pueblo de la gran Rus (antiguos que dieron nombre a Rusia y Bielorrusia); era políticamente dominante entre los Rus antes de que el Imperio Mongol la invadiera en el siglo XIII. El territorio nunca se recuperó del todo, y sus vecinos, incluida una Rusia centrada en Moscú, se repartieron continuamente la tierra hasta principios del siglo XX. Aunque Ucrania disfrutó de un breve periodo de independencia entre 1918 y 1920, posteriormente se unió a la Unión Soviética, que se derrumbó en 1991. Desde entonces, Ucrania goza de plena independencia política.
Sin embargo, la independencia ucraniana nunca ha sentado bien a Rusia, y eso se ha mantenido bajo el reinado del Presidente Vladimir Putin.
La soberanía ucraniana es también un punto doloroso para muchos en Rusia, particularmente para Putin, que crecieron durante el reinado de la Unión Soviética y recuerdan una época en la que la URSS era una superpotencia. Mientras que Estados Unidos y la OTAN ven principalmente la independencia de Ucrania como algo positivo para el pueblo ucraniano. Mientras tanto, Moscú lo ve como un rechazo a una unión entre los ex estados soviéticos; bajo este pensamiento de suma cero, la soberanía de Ucrania es una victoria para Estados Unidos y la OTAN.
La última vez que Rusia invadió Ucrania
En 2014, las cosas llegaron a un punto crítico. Marines, paracaidistas y fuerzas especiales Spetsnaz rusas invadieron y capturaron la región ucraniana de Crimea sin apenas combatir. Al mismo tiempo, fuerzas respaldadas por Rusia atacaron a Ucrania en la región de Donbás del país, tratando de separarla de Ucrania y unirla a Rusia. La guerra no oficial sigue en curso, con estallidos ocasionales de violencia a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania.
La respuesta de Estados Unidos y la OTAN ha sido tibia. La anexión de Crimea y el uso de apoderados en el Donbás fueron respondidos con sanciones económicas y una pequeña ayuda militar a Ucrania, aunque no lo suficiente como para reequipar las fuerzas terrestres ucranianas de manera significativa.
Ahora ha surgido una preocupación más amplia: el hecho de no haber infligido un castigo suficiente a Rusia por su agresión no ha hecho más que envalentonarla (y a Putin en particular). Moscú cree que puede sobrevivir a cualquier repercusión, salvo una guerra, con Occidente.
Danilo Valencia
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